FLABELUS&PARIS
Hace unas semanas vivimos un momento inolvidable: nuestra primera venta internacional.
Y no en cualquier sitio, sino en París, la ciudad donde estudié en la AUP y que siempre será una parte muy especial de mi historia. Poder presentar nuestras joyas hechas a mano allí, en la boutique de Flabelus, fue un sueño hecho realidad.

EL VIAJE: BIARRITZ NUESTRA PRIMER PARADA
Fuimos Marta, Paula y yo, mientras el resto del equipo se quedó en Madrid cuidando de nuestros clientes y preparando vuestros pedidos con todo el cariño. Salimos con muchísima ilusión y, como no podía ser de otra manera, hicimos parada en el Landa, uno de mis sitios preferidos del mundo. Siempre digo que si mi madre va a Sevilla, tiene que parar en el Landa. Comer allí es una tradición familiar y casi un ritual.
Dormimos en Biarritz, en el Hotel Regina Experimental, una auténtica maravilla que os recomiendo con los ojos cerrados. Cenamos en La Plancha, entre risas, mejillones y planes para lo que venía por delante. Esa noche cayó la mundial: lluvia, granizo... pero dormimos como bebés.
Llegando a PARIS
A la mañana siguiente, tras un desayuno muy francés, cogimos carretera rumbo a París. Descargamos todo y nos fuimos directas al hotel para coger fuerzas. Por la noche cenamos en Huguette. Paula tenía antojo de mejillones y, como siempre, el universo conspiró a nuestro favor: nos sentamos al lado de una pareja parisina encantadora. Él había vivido cinco años en Madrid y hablaba español como un auténtico castizo. El camarero era de Lanzarote y, entre historias cruzadas, nos reímos muchísimo. Paseíto hasta el hotel y a dormir… que al día siguiente venía el rock and roll.
Desayunamos en Café Sauvage, donde probé la mejor tostada de aguacate con feta y granada de mi vida. ¡Muy recomendable! Después, directas a Flabelus para empezar a montar todo para el evento. El día fue un auténtico maratón, pero conseguimos llegar a todo. Cuando llegó el cortador de jamón, supimos que era el momento: todo estaba listo.

A las seis empezaron a llegar las invitadas: influencers, prensa, clientas parisinas ideales. Mi francés, dormido desde mis años en Ralph Lauren, reapareció con fuerza. Me sentí como si nunca me hubiera ido. Pero lo mejor fue ver sus caras cuando les contaba que cada una de nuestras joyas hechas a mano es única, moldeada pieza a pieza en nuestro taller con todo el cuidado y cariño del mundo. Se enamoraron de nuestro proceso, de nuestros valores, de nuestra historia. Fue un éxito absoluto. Más de lo que imaginaba.
Nuestro agradecimiento más especial es para Cecilia , quien hizo posible esta colaboración tan especial. Gracias por tu generosidad, tu apoyo y por abrirnos las puertas de ese espacio tan mágico. Queremos dar también las gracias a las marcas españolas que nos acompañaron en esta aventura y aportaron un trocito de nuestra tierra: Martínez La Cuesta, Castillo de Canena, Utopic y Doña Tomasa , que cedieron sus productos para el catering y ayudaron a crear una experiencia deliciosa, auténtica y cuidada.
Hoy nuestras joyas de cerámica siguen expuestas en la boutique de Flabelus en el 45 Rue Bonaparte, y no podemos estar más felices del recibimiento. Ver nuestras piezas brillar en París es un regalo. Algo bueno he debido de hacer en la vida para tener tanta suerte.
Gracias, de corazón, por estar ahí. Esto solo acaba de empezar.

